Reconectar con la atención plena
La atención plena es una forma estupenda de calmar los pensamientos y las preocupaciones, y de conectar con el aquí y el ahora.
La atención plena te permite reconectar con tu entorno y te ayuda a saborear lo que es más importante en tu vida.
Cualquier cosa puede hacerse con atención. Empieza por saborear un caramelo con atención. Cierra los ojos y elige a ciegas. Tómate tu tiempo. Toca y huele. ¿Qué notas? Métetelo en la boca y presta atención a cómo se siente en la boca, en la lengua, contra los dientes. Presta atención al sabor, a tus expectativas y a tus pensamientos o juicios. Si te distraes durante este ejercicio, simplemente fíjate en el pensamiento y vuelve al ejercicio. Una vez que domines este ejercicio, puedes pasar a cualquier otra cosa que quieras disfrutar en el momento.
La atención plena requiere práctica
Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a empezar:
Respira profundamente. Inspira por la nariz contando hasta 4, aguanta 1 segundo y espira por la boca contando hasta 5. Repite a menudo. Repítelo a menudo.
Disfruta de un paseo. Mientras caminas, presta atención a tu respiración y a las imágenes y sonidos que te rodean. Si te vienen a la mente pensamientos y preocupaciones, anótalos, pero luego vuelve al presente.
Practique la alimentación consciente. Sé consciente del sabor, las texturas y los aromas de cada bocado. Escucha cuándo tu cuerpo tiene hambre y cuándo está lleno.
Haz un escáner corporal. Presta atención a cómo se siente cada parte de tu cuerpo. Esto puede ayudarte a conectar con tu cuerpo.
Encuentra recursos de mindfulness, incluidos programas en línea y prácticas guiadas por profesores.
Comparte este blog