Socializar sin alcohol


Mantener tu vida social y profesional sin beber alcohol puede ser todo un reto, pero siempre hay opciones que te permiten formar parte de la multitud sin sacrificar tu salud.

 

Es posible que sienta una gran presión para tomar una copa por diversos motivos. Tal vez lo vea como una gran oportunidad para estrechar lazos con su equipo fuera de las presiones cotidianas de la oficina. Puede que su organización confíe mucho en el ambiente social para ganarse a su clientela. Tal vez sea una gran oportunidad para establecer contactos si buscas ascender en tu carrera profesional.

Si este es su caso, hay algunos trucos que puede probar para evitar responder a preguntas incómodas sobre su sobriedad y, aun así, participar en el evento.

Mantén las manos ocupadas sujetando una bebida. Puede ser un refresco o un cóctel. Pide tu bebida discretamente, ya sea yendo tú solo a la barra o llamando al camarero para mantener una conversación tranquila. Si no puedes evitar pedir en voz alta, finge una llamada telefónica rápida o ir al baño y pide tranquilamente cuando la conversación haya pasado a otro tema.

Asegúrate de contar con apoyo en caso de que la presión por beber se vuelva abrumadora. Informa a tu padrino o persona de apoyo del evento con antelación y planifica controles regulares, ya sea por mensaje de texto o por teléfono, a lo largo de la noche. Sé sincero contigo mismo y, si la situación te supera, prepárate una excusa para marcharte antes.     

La práctica hace al maestro

Practica lo que quieres decir si alguien te ofrece una copa o simplemente te incluye en una ronda de bebidas sin preguntar. Puede parecer una tontería, pero practicar cómo responderías te ayudará a que la respuesta se te escape de la lengua mucho más fácilmente. Practicar te permitirá escuchar en voz alta cómo suena tu respuesta, para que puedas adaptarla si no te gusta cómo suena. Practica con un amigo/patrocinador o frente a un espejo. Practica compartiendo tanto o tan poco como te sientas cómodo. No le debes a nadie los detalles íntimos de tu decisión de no beber. Puede ser tan sencillo como: "Gracias, te agradezco mucho la oferta, pero esta noche no voy a beber". A continuación, puedes cambiar sutilmente de conversación para desviar la atención de tu declive.  

Comprueba tus propias suposiciones. ¿Es realmente la gente que te rodea o tú quien necesita convencerse de que puedes ser divertido, interesante y pasártelo bien sin beber? Tómate un tiempo para reflexionar sobre esta cuestión. Si en el pasado has confiado en el coraje de una botella para sentirte seguro en una reunión social, puede que quieras invertir algo de tiempo con un terapeuta de salud conductual que pueda ayudarte a trabajar para aumentar tu confianza en entornos sociales. Si acabas de recuperar la sobriedad, tal vez quieras plantearte si eres lo suficientemente fuerte en tu recuperación como para estar rodeado de gente que bebe y, muy posiblemente, experimentar la presión de tomar una copa. Si no estás seguro, es posible que tengas que pasar de esta invitación a la hora social. No será la última oportunidad de socializar con su equipo y su salud y sobriedad valen más que la ganancia potencial de una noche de copas sociales. 

Por la Dra. Siquilla Liebetrau,
Vicepresidenta de Servicios Clínicos de Bowen Health

 

 

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